Esta zanja lleva ahí desde el curso pasado y comenzado este nuevo curso la zanja continúa más grande y más profunda aún si cabe.
Parece ser que la zanja la hicieron para llevar las conducciones eléctricas, de agua, de gas. . . ., nos da igual, desde la fachada del colegio Clara Campoamor hasta el polideportivo, atravesando la calzada de lado a lado, frente a la entrada del instituto. La zanja la cementaron, la taparon con tierra y arena en vez de asfaltarla y a volar.
Con el paso de los coches, de los alumnos, profesores y del tiempo, la zanja ha ido perdiendo relleno y ganando profundidad y se ha convertido en una hermosa zanja, un autentico socavón. Como las obras del polideportivo están paradas, la zanja nadie la arregla y a nuestros responsables políticos municipales parece importarles muy poco su reparación.
¿Nadie del Equipo de Gobierno del Partido Popular ha pasado por la zona y ha visto, incluso padecido la zanja?
En junio terminaron las clases en los colegios, en el instituto, la afluencia de vecinos a la zona, el trasiego de niños y jóvenes, y habría sido un buen momento para repararla. Poco le debe importar a la Concejalía de Obras y Servicios su arreglo, lo más mínimo, puesto que estamos en septiembre, han comenzado las clases del nuevo curso escolar y la zanja sigue en semejante estado. Llegarán las esperadas lluvias y aquello se convertirá en un enorme charco fangoso lleno de barro y lodo que los vecinos tendremos que sortear, como lo hemos venido haciendo hasta ahora.
Ahora nos dirán que la responsabilidad de su arreglo es de quien ha realizado la cala, que es de la empresa que abrió la zanja, que es de la compañía suministradora que ha realizado la conducción, que es. . . . . en definitiva del maestro armero, poco nos importa, no se puede tener una zanja de semejante tamaño en un lugar tan delicado y con tanta afluencia de vecinos sin que nadie se responsabilice de ello.
Suponemos que la empresa que obtuvo la autorización o “licencia de cala” para abrir la zanja debió depositar en el Ayuntamiento una fianza para avalar el buen fin de la obra, como a cualquier vecino se le exige para similar circunstancia. Pues bien, la obligación del Ayuntamiento es arreglar la zanja por omisión del que ha realizado la obra y ha incumplido su compromiso, ejecutando la fianza para costear su reparación, que para eso la depositó.
Ya ha pasado tiempo suficiente como para que el Concejal de Obras y Servicios Municipales, si es que existe, asuma su responsabilidad y arregle de una vez por todas esta zanja, esta hermosa zanja, este autentico socavón.
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