Con gran inquietud y poca sorpresa, hemos podido comprobar, una vez más, como la alcaldesa de Alpedrete, doña María Casado Nieto, considera que nuestro pueblo es su cortijo particular y, como un señor feudal, dispone de haciendas públicas a su antojo en beneficio particular de unos pocos.
Nos referimos al acto de inauguración de la sede que el Partido Popular (PP) tiene en Alpedrete, a la que, por cierto, se trasladó hace más de un año, allá por enero de 2012.
El acto inaugural del pasado lunes contó con la presencia de doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, a la sazón presidenta del PP de Madrid, y con la asistencia de varios políticos populares de la sierra madrileña, además de otros dirigentes del PP madrileño, todos ellos invitados por la presidenta del PP de Alpedrete, doña María Casado Nieto.
Se trató, por tanto, de un acto del Partido Popular de Alpedrete, no un acto institucional del Ayuntamiento de Alpedrete, por lo que no entendemos como doña María Casado Nieto, como alcaldesa de Alpedrete, puso a disposición de un acto “particular” de su partido tamaño despliegue de medios públicos municipales, de Policía Local, etc. y donde se cortaron calles públicas para la celebración de un evento en clave particular.
Nos gustaría ver tal despliegue policial como el que se produjo el lunes, por ejemplo, a la entrada de nuestros jóvenes al instituto. Nos tranquilizaría ver tal despliegue policial, por ejemplo, a la entrada y salida de ciertos colegios concertados del municipio, donde los atascos y problemas circulatorios son diarios y donde los agentes no están, ni se les espera, pero no es porqué no vayan, es porqué no se les envía. Nos encantaría ver tal despliegue policial, por ejemplo, en las próximas fiestas patronales para que se desarrollen con sana alegría y normalidad, tratando de evitar las consabidas reyertas y agresiones. Contentos estarían los vecinos del barrio de Los Negrales, o de otra cualesquiera de las colonias o urbanizaciones de nuestro pueblo, si diariamente vieran por sus calles solamente una parte de tal despliegue policial. Y todo ello a pesar de tener en nuestro ayuntamiento un concejal de seguridad y movilidad, ¿para qué? nos preguntamos, porque si los agentes no están, no es porqué no vayan, es porqué no se les envía.
A propósito de inauguraciones retardo tardías, no estará muy lejos el día en el que, con alfombra roja y fotos incluidas, nos vendrán a poner la “primera piedra” del nuevo Centro de Salud de Alpedrete, máxime cuando las obras de reforma y ampliación, después de muchos años de promesas y esperas, ya van, por fin, por la primera planta del edificio. Si no, al tiempo.
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